sábado, 18 de diciembre de 2010
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Sé indulgente conmigo un momento, y déjame sentarme a tu lado, que luego terminaré lo que estoy haciendo.
Mi corazón, si no te ve, no tiene sosiego, y mi trabajo es como un afán infinito en un fatigoso mar sin playas.
El verano ha venido hoy a mi ventana, zumbando y suspirando, y han venido las abejas, trovadores en la corte del bosque florecido.
Es el tiempo de sentarse quieto frente a ti, el tiempo de cantarte, en un ocio mudo y rebosante, la ofrenda de mi vida.
Rabindranaz Tagore, Ofrenda Lírica
(Tagore siempre consigue desenrredarme el corazón)
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